Al crear esta hermosa casa minimalista en Galicia, estas palabras fueron una clave de inspiración: “No tienes un problema de caracoles, sino falta de patos o gallinas”. Lo dijo Bill Mollison, creador de la permacultura, y viene a decir algo tan obvio y a la vez olvidado como que es mejor vivir con la naturaleza, adaptarse a ella, en lugar de ir contra ella. Y esto se logró al crear una vivienda con personalidad propia y a su vez integrada totalmente en su entorno en forma de esta casa minimalista de descanso.
Cachons, que significa “donde emana agua”, se caracteriza por ser una aldea de casas tradicionales, rotundas pero compactas, con pocas ventanas para protegerse de las inclemencias del tiempo y con los muretes de piedra y las parras de vino como seña de identidad. Lejos de seguir la misma pauta, el estudio de arquitectura Arrokabe decidió arriesgar, apostando por una construcción contemporánea y un tanto abstracta que, sin embargo, parece que siempre ha estado ahí.
El huerto, protagonista
Los propietarios, una pareja joven de ingenieros que acababan de ser padres, tenían muy claro los objetivos de la vivienda. Querían que fuera una passivhaus y que les permitiera vivir de acuerdo a la permacultura. Esta filosofía de vida sostenible se basa en imitar cómo se organizan los ecosistemas naturales y trata de ser lo más autosuficiente posible.